Agosto Infinito
Nos separan tres años y cien leguas y todavía mi pena se llama pena, mi amor se llama amor... Ya no sé si es lo que siento o lo que recuerdo, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos. No es tanto que te eche de menos, es que te imagino a mi lado en todos los escenarios que deberían hacerme feliz. No tienen brillo sin ti. Me gustaría mostrarte a mis amigos, mi vida, mi tierra. Ahora sí. Y que vieras, sobre todo que vieras. Y presentarte, y contarte, y decirles. Existes. Siempre figurativa entre mis confidentes, hartas y hartos de no encontrar una explicación, una definición, una concreción que nos acerque o nos aleje retirándonos de este rumbo perdido, esta deriva permanente y errática.
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