Encuentro
Por un momento
la realidad se encarrila
sobre su dedo pulgar,
sus ojos dorados reposan
en los míos y sonríe,
acaricia mi nombre
con una mano mientras hace presa
al cigarrillo con la otra,
ajena al tiempo, a los rumores,
a las fantasías de hace catorce años.
Me aferro al vaso y sonrío,
disociación, mis ojos verdes la buscan,
su mano reposa en mi hombro,
afilo mi mirada para entenderla
pero no hace falta,
por un breve instante
estoy en la cima, me siento sábado,
fantaseo con jugar los dos solos
como hace catorce años,
ajenos a los rumores.
Dura lo que tarda en cerrar la puerta.
Desaparece tras la cortina
del fin de semana y no sé
cuándo la volveré a ver
en aquel nuevo patio de luces
de la calle que da vida a mis recuerdos,
a mis palabras. La realidad
vuelve a descarrilarse.
Soy una colilla mojada
a punto de desaparecer
y el ardor me invade.
Ella dormirá con él
y yo soñaré que
despertamos juntos.
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