Desescalada

Me olvidarás
como ya me has olvidado,
apoderada de la distancia y de la prueba,
seremos cómplices
de una historia irreversible entre la niebla.

Escuece pensar en como 
quizá jamás te vuelva a ver,
en la vidriera que refleja
tus lágrimas nacaradas
y mi sufrimiento indecoroso.

Quisiera estar tranquilo
contigo en los pastos,
testigos de nuestro paso ambulante
en el vertido de los tiempos,
dueños de una primavera diferente
-en otra era-
y de la lluvia que nos azotó en abril.

Serás cada vez más telemática,
olvidadiza, irreparable,
nos desmenuzaremos en las brumas del recuerdo,
la escritura abstracta,
y seremos algo así como una constante,
un trasfondo quedo e inútil,
como el mejor de los cuadros
colgando de una pared.

Ya no trato de ilusionarnos,
hace demasiado tiempo
que no desayunamos lo mismo.

Te veré donde habita el olvido.

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